El recuento de folículos antrales nos ayudará a predecir el número de ovocitos que pueden ser estimulados y recuperados tras punción ovárica en un tratamiento de reproducción asistida.
En el campo de la reproducción asistida (RA), el estudio ecográfico va a ser clave en los procesos a realizar. Entre ellos la valoración de la reserva ovárica.
La reserva ovárica refleja la cohorte de folículos primordiales restantes en el ovario y que representa su capacidad reproductiva.
¿Qué son los folículos antrales?
Los folículos antrales son los folículos mayores a 1 mm y menores que 10 mm visibles por ecografía en los ovarios.
Entre los marcadores ecográficos de la reserva ovárica, se encuentra el recuento de folículos antrales, junto al volumen ovárico y el flujo sanguíneo del estroma ovárico.
Dicho marcador ecográfico es el mejor parámetro que se relaciona con la reserva ovárica y tiene el mejor valor predictivo en cuanto a la respuesta ovárica, equivalente a la hormona antimülleriana.
La relación entre los resultados de los marcadores de reserva ovárica y la verdadera reserva ovárica es buena para el aspecto cuantitativo, pero inoperante para el aspecto cualitativo, ya que para ello debemos valorar la edad de la paciente.
¿Cuál es la finalidad del recuento de folículos antrales?
Los test de reserva ovárica se utilizan para valorar y transmitir a la paciente su potencial reproductivo. El RFA presenta una alta correlación con la reserva ovárica (nivel de evidencia 1a).
La valoración ecográfica de la reserva ovárica plantea dos cuestiones en reproducción. Por un lado, la detección de las pacientes que pueden responder de forma escasa (baja respuesta) o de modo exagerado (alta respuesta) ante la estimulación ovárica, con el riesgo de hiperestimulación ovárica.
Por otro lado, nos permite realizar una labor informativa en pacientes jóvenes que no se han planteado la maternidad en cuanto a su reserva ovárica para valorar la preservación ovocitaria.
¿Cómo se realiza el RFA?
El RFA debe realizarse con sonda ecográfica transvaginal de 3,5 a 10 MHz. No obstante, puede ser útil el recuento con sondas tridimensionales en pacientes con baja reserva ovárica para una mayor capacidad predictiva.
Se debe realizar en fase folicular precoz, entre el 2° y 5° día de un ciclo natural, sin toma de anticonceptivos orales. Deben identificarse ambos ovarios y hacer un barrido bidimensional de los mismos.
La medición debe hacerse de borde interior a borde interior del área sonoluscente (into-into). Hay que restar los folículos mayores de 10 mm, pues solo cuentan los folículos entre 2 y 9 mm.
Por su parte, es importante tener en cuenta que la reproducibilidad es muy alta, tanto intraobservador como interobservador.
Indicación del tratamiento según el RFA
En función del recuento de folículos antrales, la reserva ovárica se clasifica en 3 tipos:
- Reserva ovárica normal: de 5 a 10 FA entre 2 y 9 mm, entre los 2 ovarios.
- Reserva ovárica baja: < 5 FA entre 2-9 mm.
- Reserva ovárica alta: > 10-12 FA entre 2-9 mm.
De este modo, se puede orientar el protocolo de estimulación ovárica de modo individualizado, minimizando los riesgos de la hiperestimulación ovárica en las altas respondedoras y advirtiendo de las posibilidades de cancelación en las bajas respondedoras, buscando alternativas de tratamiento.
En resumen, el RFA, constituye una de las pruebas diagnósticas más fáciles, sencillas y reproducibles de valorar la reserva ovárica.
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