La reserva ovárica es el número aproximado de ovocitos (óvulos) que albergan los ovarios de una mujer en un momento determinado. Existen diferentes exámenes o pruebas que se pueden llevar a cabo para conocer nuestra reserva ovárica.
Valores normales y alterados del RFA
La ecografía ginecológica transvaginal nos permite contar el número de folículos que tenemos en cada uno de nuestros ovarios. Es lo que se conoce como recuento de folículos antrales (RFA). Los óvulos que tienen las mujeres en sus ovarios están dentro de una estructura redondeada llamada folículo. En un ciclo menstrual natural unos cuantos de estos óvulos empezarán a madurar, pero sólo uno de ellos llegará a un estado final de maduración. Se producirá entonces la ovulación, es decir la liberación del ovocito hacia la trompa para su potencial fecundación.
El folículo que contiene el ovocito que llega a estadio final de maduración recibe el nombre de folículo dominante, el resto reciben el nombre de folículos antrales. Estos folículos antrales son los que debemos contabilizar para conocer nuestra reserva ovárica. La medición debe llevarse a cabo en unos días concretos del ciclo menstrual. El recuento de folículos antrales será normal cuando sea entre 5 a 10 por cada ovario. Por encima o por debajo de este recuento de folículos en cada ovario se considera una alta o baja reserva ovárica.
Análisis hormonal
La reserva ovárica, además de con la ecografía ginecológica transvaginal, se puede medir con analíticas hormonales:
AMH
La hormona Antimülleriana es una hormona que se segrega por parte de unas células de los folículos, llamadas células de la Granulosa. A medida que pasan los años, el número de folículos antrales va descendiendo paulatinamente, con lo cual los niveles de AMH también van descendiendo. De este modo, podemos relacionar el valor de AMH con la “cantidad” de folículos antrales de que disponemos en ese momento concreto.
Así como para el recuento de folículos antrales es preciso llevarlo a cabo en unos días concretos del ciclo, para medir los niveles de AMH se puede llevar a cabo en cualquier día del ciclo.
- Valores de AMH < 0,6 ng/ml. Baja reserva ovárica.
- Valores de AMH 0,7-2,9 ng/ml. Reserva ovárica normal.
- Valores de AMH >3 ng/ml. Alta Reserva ovárica.
FSH
La hormona FSH va aumentando su valor a medida que la mujer va cumpliendo años y su reserva ovárica va disminuyendo. Esta hormona debe medirse entre los días 2º-5 º del ciclo menstrual. Se consideran valores de reserva ovárica normales, niveles de FSH por debajo de 10 mU/ml. Si los niveles de FSH son superiores a 10 mUI/mL, entonces se considerará baja reserva ovárica.
Antes de la medición rutinaria de la AMH, se utilizaban los valores de FSH como marcador de Reserva Ovárica. En la actualidad este valor ha quedado relegado a un segundo plano, y ha sido reemplazado por la AMH que es más precisa y más cómoda de realizar, ya que se puede realizar en cualquier día del ciclo y su variabilidad también es menor.
INHIBINA B
Es una hormona también producida por células de la granulosa de los folículos ováricos. Con la edad, la cantidad de esta hormona va disminuyendo y valores por debajo de 35-45 pg/ml indican una baja reserva ovárica. Actualmente, la medición de los niveles de inhibina B prácticamente no se utiliza para estudiar la reserva ovárica de la mujer.
Test dinámicos y reserva ovárica
Con los test dinámicos de reserva ovárica se mide la respuesta del ovario a la administración de fármacos. El más utilizado es el “Test de Citratro de Clomifeno”. Consiste en la administración de ese preparado durante 5 días a partir del 5º día del ciclo menstrual. Posteriormente se determina el valor de la hormona FSH antes y después de tomar el medicamento. Si los valores de FSH son elevados, indicarían una baja reserva ovárica. En la actualidad estos test casi no se utilizan.
En cualquier caso, es importante que las mujeres conozcan el estado de nuestra reserva ovárica por tres motivos principalmente:
- Indicar el tratamiento de reproducción asistida óptimo para la paciente en el caso de mujeres/parejas en búsqueda de embarazo y con problemas de fertilidad.
- Hacer un pronóstico aproximado de las posibilidades de éxito del tratamiento de fertilidad.
Por último, asesorar de cara a un futuro reproductivo a aquellas mujeres que desean ser madres más adelante. Si su reserva es baja, quizás opten por adelantar su búsqueda de embarazo, o por llevar a cabo una preservación de óvulos.
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