La implantación embrionaria es una de las fases más importantes para lograr embarazo. Que el embrión implante en el endometrio depende de la calidad embrionaria, la relación embrión-endometrio y la receptividad endometrial.
Tasa de implantación embrionaria según la edad
Las posibilidades de gestación están directamente relacionadas con la edad de la mujer, ya que a medida que aumenta la edad, baja la reserva ovárica, empeora la calidad ovocitaria y aumenta la tasa de aneuploidías.
Una mujer de 20 años tiene un 25 % de posibilidades de quedarse embarazada. Una de 30 años, ve las probabilidades reducidas al 20 %. A partir de los 35 años, las probabilidades de embarazo caen de manera drástica. En el caso de una mujer de 40 años, la tasa de embarazo se reduce a menos del 5 %.
Siguiendo esta dinámica, las posibilidades biológicas de conseguir un embarazo tras los 45 son muy bajas, se reducen al 1 %. Una razón de peso es que se acerca la menopausia, y esto quiere decir que la opción de concebir empieza a decaer años antes. No obstante, hoy en día, se sigue trabajando por aumentar las posibilidades de tener hijos a mayor edad con técnicas de reproducción asistida.
IMC alto e implantación embrionaria
Sabemos que la obesidad y el sobrepeso reducen las posibilidades de conseguir un embarazo y de que el embarazo evolucione correctamente. Diferentes publicaciones relacionan el Indice de Masa Corporal (IMC) por encima de 25 con una reducción de las posibilidades de embarazo, y cuanto más aumenta, más se reducen estas posibilidades, por lo que afectaría directamente sobre las probabilidades de implantación embrionaria.
La grasa corporal produce un tipo de estrógenos que da lugar a una elevación en los niveles sanguíneos de estas hormonas. Como consecuencia, el exceso de estrógenos en las mujeres con sobrepeso afecta a todo su eje reproductivo hipotálamo-hipófisis-ovarios y provoca alteraciones como las siguientes:
- Ciclos menstruales irregulares.
- Alteración en la ovulación (anovulación).
- Alteraciones hormonales que afectan al desarrollo del endometrio y a la receptividad endometrial.
- Resistencia a la insulina y asociación con Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP).
- Mayor riego de aborto.
- Mayor riesgo de complicaciones en el embarazo: hipertensión, diabetes gestacional, parto con cesárea …
Por lo tanto, es recomendable que las mujeres que desean un embarazo mantengan un peso adecuado, mediante una dieta saludable y la realización de ejercicio físico.
Técnicas para mejorar la implantación
La implantación embrionaria tiene lugar en las primeras 24 horas tras la transferencia embrionaria. Una vez depositado el embrión en la cavidad uterina, carecemos de herramientas para supervisar lo que está ocurriendo hasta el momento del test de embarazo en sangre u orina. Este periodo, conocido como betaespera, puede ser un tiempo de incertidumbre e intranquilidad.
Para mejorar las probabilidades de implantación embrionaria recomendamos:
- Transferencia ecoguiada, localizando el lugar óptimo para depositar el embrión.
- Reducir la manipulación en el momento de canalizar el cuello del útero para evitar que se produzcan contracciones.
- Reducir el volumen de medio de cultivo que acompaña al embrión en el catéter de transferencia.
- Reposo en las primeras horas postransfer aumentando la actividad de manera progresiva. Es recomendable en los días posteriores realizar actividad física moderada, ya que el reposo absoluto prolongado no ha mostrado beneficio.
- Personalización en el tratamiento para la preparación endometrial, seleccionando en cada caso la pauta más adecuada y el momento óptimo para la transferencia.
Además, en algunas ocasiones podemos realizar técnicas complementarias en el laboratorio para favorecer la implantación, como hatching asistido, para favorecer la eclosión del embrión, o medios de cultivo especiales como embryoglue o embryogen.
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