La inseminación artificial, una técnica básica en reproducción asistida, consiste en introducir el semen tratado dentro del útero de la paciente. Puede hacerse de distinta manera y siguiendo distintos protocolos, tanto con estimulación ovárica como siguiendo el ciclo natural de la paciente. A su vez, puede emplearse tanto semen conyugal como de donante.
Que hacer antes de una inseminación artificial
Antes de una inseminación es recomendable tener unos hábitos de vida saludables. Si bien es cierto que no existe una dieta que haya demostrado mejorar los resultados del tratamiento de fertilidad, una buena alimentación combinada con la práctica regular de ejercicio contribuye a una adecuada homeostasis a nivel sistémico.
Recomendaciones después de una inseminación artificial
Tras la inseminación artificial no es preciso guardar ningún tipo de reposo. Lo aconsejable es llevar una vida normal en todos los aspectos, siempre que implique una vida sana. Habitualmente se recomienda llevar una vida algo más tranquila, pero el reposo absoluto no estaría indicado.
Síntomas de una inseminación artificial exitosa
Es frecuente no tener ningún síntoma durante los días posteriores a la inseminación. Es importante recalcar este dato para reducir el estrés de la betaespera, ya que puedes haber tenido una inseminación exitosa y no notar nada hasta la prueba de embarazo.
En algunos casos, la paciente puede notar sensación de náusea, vómitos o tensión mamaria unos días después de la inseminación si esta ha sido exitosa.
14 días después de una inseminación artificial
Dos semanas después del tratamiento de reproducción será cuando realicemos el test de embarazo. Lo realizaremos en sangre, para cuantificar la concentración de betahcg (BHCG) circulante. Esta es la hormona del embarazo, con lo cual nos dirá a ciencia cierta si este se ha producido o no.
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