Existen sustancias químicas que pueden modificar el correcto funcionamiento de nuestro sistema hormonal. Los disruptores endocrinos pueden afectar nuestra salud, llegando a generar problemas de fertilidad tanto en la mujer como en el hombre.
¿A qué se refieren los disruptores endocrinos?
Los disruptores endocrinos son sustancias químicas exógenas capaces de interferir en el correcto funcionamiento del sistema endocrino, debido a su capacidad para imitar, bloquear o alterar la acción que realizan de forma natural las hormonas segregadas por nuestro cuerpo.
Los disruptores endocrinos pueden afectar al equilibrio hormonal mediante diferentes mecanismos:
- Imitando la acción realizada por las hormonas naturales, de esta forma activarán o inhibirán ciertas rutas metabólicas.
- Bloqueando los receptores celulares e impidiendo la acción de las hormonas.
- Alterando el patrón de síntesis y metabolismo hormonal.
- Modificando los niveles de receptores hormonales.
Localización y tipos de disruptores endocrinos
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen más de 800 sustancias que pueden actuar cómo disruptores endocrinos. Estas sustancias conforman un grupo muy diverso y variado, aunque podemos clasificarlas según su origen, como:
Disruptores endocrinos naturales
En los disruptores endocrinos naturales encontramos los fitoestrógenos, que están presentes en bajas dosis en legumbres cómo la soja, la alfalfa o el trébol. Estas sustancias podrán tener efectos beneficiosos o perjudiciales, según la dosis y duración de la exposición.
Disruptores endocrinos artificiales
Los disruptores endocrinos artificiales son aquellos creados por la actividad humana. Podemos encontrarlos en multitud de productos. Los más comunes los encontramos en:
- Alimentos: pesticidas, herbicidas, fungicidas, hormonas sintéticas, conservantes y metales pesados.
- Envases de plástico y revestimiento de latas de conserva: bisfenol A y ftalatos.
- Productos de higiene personal y limpieza: parabenos, bisfenoles, ftalatos y filtros solares.
- Materiales de construcción y decoración: policlorobifenilos, retardantes de llama bromados, metales pesados y PBB.
- Electrodomésticos y aparatos electrónicos: dioxinas, furanos, mercurio y plomo.
- Tejidos: bisfenoles.
Efectos de los disruptores endocrinos sobre la fertilidad
Los disruptores endocrinos forman parte de nuestra vida diaria y pueden tener un efecto negativo sobre la salud, llegando a provocar problemas cómo diabetes, párkinson, síndromes metabólicos e incluso infertilidad masculina y femenina. Concretamente, su relación con la fertilidad es compleja.
Diversos estudios asocian la exposición a estas sustancias dañinas con alteraciones en la calidad seminal, pudiendo afectar a la concentración, movilidad y morfología espermáticas, dificultando de esta forma lograr un embarazo. Concretamente, el bisfenol A podría jugar un papel importante en la oligozoospermia o disminución de la concentración de espermatozoides.
Por otra parte, la exposición a disruptores endocrinos en mujeres se vincula con alteraciones en la ovulación, calidad de los óvulos, irregularidades en los ciclos menstruales y un posible impacto sobre la reserva ovárica. Además, estas sustancias químicas podrían fomentar la aparición del ovario poliquístico (SOP) o la endometriosis.
Qué podemos hacer para reducir la exposición
En primer lugar, no debemos alarmarnos. Los efectos de los disruptores endocrinos sobre la fertilidad varían según la persona, el tipo de sustancia, la dosis, el tiempo y la vía de exposición. Además, cabe destacar que muchos de estos son sustancias no persistentes, con una vida media corta, lo que reduce su impacto a largo plazo.
No obstante, existen medidas prácticas para reducir la exposición a estas sustancias tóxicas, y minimizar sus efectos, ayudando a mejorar nuestra fertilidad:
- Optar por productos de cuidado personal y limpieza libres de sustancias químicas dañinas como parabenos.
- Elegir alimentos orgánicos para minimizar la ingesta de pesticidas.
- Evitar el uso indiscriminado de plásticos.
Estos pequeños cambios pueden ayudarnos a crear un entorno más saludable, evitando generar preocupaciones innecesarias.
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