El papel del endometrio para la consecución de embarazo el esencial. El embrión establece un “diálogo” con el endometrio materno en los primeros días de gestación, principalmente durante la implantación. En algunas ocasiones, el diálogo endometrio-embrión es anómalo, dando lugar a fallos de implantación embrionaria.
¿Qué es la implantación embrionaria?
La implantación embrionaria es el proceso por el que embrión se instala en el endometrio materno. Para que se produzca la implantación es necesario que haya alcanzado el estadio de blastocisto mediante divisiones correctas en aproximadamente 5-6 días desde la fecundación. Además, deben diferenciarse 2 partes: la masa celular interna (formará el feto) y el trofoectodermo (formará la placenta).
Además del blastocisto, para que el embrión se implante correctamente es imprescindible que el proceso se lleve a cabo durante la ventana de implantación. Se trata de un periodo de unos 4 días durante los que se producen cambios que favorecen la implantación del embrión. En la mayoría de mujeres, la ventana de implantación se produce entre los días 20 y 24 del ciclo menstrual.
Importancia del endometrio en reproducción asistida
El endometrio, tejido que recubre el interior del útero, es el “moisés” que resguarda a los embriones durante la implantación embrionaria. En un primer momento el embrión llega a la cavidad endometrial (aposición). Más tarde, entra en contacto con el endometrio (adhesión), y, por último, se produce la invasión del trofoblasto embrionario.
En los ciclos de tratamiento de reproducción buscamos que el endometrio se encuentre en un estado óptimo para la implantación. Para ello aprovechamos el propio ciclo ovulatorio de la mujer, o si es necesario, utilizando hormonas exógenas (estrógenos y progesterona) para lograr que el endometrio se encuentre en máxima receptividad para la implantación embrionaria.
Relación entre endometrio y embrión
Cuando hablamos del diálogo materno-embrionario nos referimos a aquellos mensajes que se establecen en las primeras etapas de la gestación, principalmente durante la implantación embrionaria.
Estos mensajes son complejos, como la vida, donde se mezclan mediadores neuro-endocrinos-metabólicos e inmunológicos. De este correcto equilibrio y coordinación dependerá que la madre permita o no la implantación. Es lo que entendemos como tolerancia materna.
En ocasiones, los mensajes emitidos por el embrión no son los correctos, como sería el caso de los mensajes emitidos por embriones anómalos. En esta situación, la respuesta materna lógica es la de no permitir la implantación de embriones anómalos.
El problema aparece cuando la respuesta materna continúa siendo anómala, a pesar de la emisión de mensajes correctos por parte del embrión. Hablamos en esos casos de Fallos de Implantación.
A día de hoy, estudiamos e investigamos estos complejos mediadores involucrados, así como la interacción entre los mismos, identificando respuestas anómalas o una predisposición aberrante al normal proceso de implantación, de tolerancia.
Este estudio es complejo, individualizado y tendente a encontrar una justificación al error en el diálogo materno-embrionario y, dado que los problemas pueden ser muy variados, las estrategias terapéuticas serán muy distintas entre pacientes.
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