En el siglo XXI, donde la ciencia y la tecnología avanzan a ritmo vertiginoso y el estrés forma parte de la vida cotidiana, plantearnos un tratamiento de reproducción asistida más natural es una posibilidad. Y nos podemos preguntar qué podemos hacer con herramientas más fisiológicas/naturales para hacer más posible el éxito del tratamiento de fertilidad.
Radicales libres y fertilidad masculina
Debemos adaptar nuestra vida diaria haciéndola “menos oxidativa”. El estrés y los malos hábitos aumentan en nuestro organismo los radicales libres que oxidan nuestro cuerpo. La oxidación tiene efectos negativos, como la disminución de la inmunidad y la predisposición a padecer enfermedades vasculares, metabólicas o cardiacas. Además, los radicales libres son uno de los factores involucrados en el envejecimiento.
La oxidación afecta igual a mujeres que a hombres, ya que empeora la situación en la que se desarrollan los óvulos y espermatozoides. Los varones sometidos a factores oxidativos tienen mayor fragmentación espermática y esto conlleva una peor fecundación y peor desarrollo embrionario. Como consecuencia, la oxidación favorecerá embriones que finalmente tienen menos posibilidades de implantar.
Oxidación y fertilidad femenina
La oxidación empeora nuestro estado de salud y esto perjudica a nuestra situación basal con la que queremos conseguir embarazo. En el caso de las mujeres, los radicales libres que producen dicha oxidación empeoran el ambiente en el que se desarrolla el crecimiento folicular, la ovulación, el desarrollo embrionario (en el caso de embarazo natural) y el desarrollo endometrial. Asimismo, la oxidación también perjudica la implantación embrionaria.
Durante la gestación, los radicales libres pueden predisponer al desarrollo de patologías como diabetes gestacional, además de aumentar el riesgo de desarrollo de preeclampsia.
Estilo de vida
Debemos mejorar nuestros hábitos de vida para poder mejorar el éxito de nuestro deseo genésico tanto por medios naturales como mediante tratamientos de reproducción asistida. Y ahora, ¿qué es lo que podemos hacer? La respuesta a esta pregunta es a la vez fácil y complicada porque lo sencillo y mejor no siempre es lo más cómodo y real.
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Descanso
Debemos dormir al menos 6 horas y descansar diariamente.
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Dieta equilibrada
Disfrutar de una dieta equilibrada en calorías y nutrientes. A este respecto, la dieta mediterránea ha demostrado ser una dieta perfecta que contiene alimentos variados y con nutrientes altamente saciantes y antioxidantes, ya que incluye como base en su composición alto contenido en frutas, verduras, hortalizas y vegetales, y bajo contenido en grasa saturadas.
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Ejercicio físico
También es recomendable realizar ejercicio físico aeróbico regular, como por ejemplo, caminar diariamente una hora, lo que nos ayuda a consumir las calorías sobrantes y generar endorfinas que son las hormonas del “bienestar” que tienen efecto antidepresivo y saciante. Además, el caminar mejora el perfil lipídico y todo esto disminuye los radicales libres y por lo tanto la oxidación. Y mantener nuestro peso dentro de un rango normal donde nuestro índice de masa corporal esté por debajo de 28.
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Evitar sustancias tóxicas
Debemos evitar las sustancias oxidantes como el tabaco, alcohol y drogas, además de las grasas saturadas y el estrés en general.
Y es recomendable para las mujeres que proyectan la maternidad tomar algún complemento vitamínico que contenga ácido fólico, yodo, hierro, vitamina D, vitaminas del grupo B y DHA. En el mercado hay un amplio número de complementos que los contienen. El varón a fin de ayudar a mejorar su situación espermática también puede tomar un complemento que contenga al menos selenio, zinc, vitamina B, C y E, ácido fólico y DHA.
Embarazo por FIV Natural
El tratamiento de fecundación in vitro natural consiste en un ciclo FIV, con la única diferencia de que no hay estimulación ovárica. En la fecundación in vitro sin administración de hormonas el óvulo que se fecunda en el laboratorio es el producido de manera natural por el ciclo menstrual de la mujer.
La FIV en ciclo natural puro es mínimamente invasiva, pero solo se podría recomendar a pacientes con ovulaciones regulares. Además, la probabilidad de embarazo tras una fecundación in vitro sin hormonas es menor, al contar con un solo óvulo para fecundar.
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