La obesidad, entendida como un Índice de Masa Corporal (IMC) superior a 30 kg/m2, está asociada con diversos problemas de salud: hipertensión arterial, diabetes, hipercolesterolemia, apnea del sueño… Uno de los aspectos importantes y menos conocidos es la repercusión de la obesidad sobre la fertilidad masculina.
La obesidad está asociada a un 20 % de los casos de infertilidad masculina. El sobrepeso ha pasado a engrosar la lista de factores de riesgo de infertilidad masculina, junto al tabaco, el alcohol, el consumo de drogas, la exposición a agentes tóxicos, algunas enfermedades o el tratamiento con determinados medicamentos.
La obesidad en hombres puede afectar a su calidad seminal debido a una reducción en el recuento espermático, baja movilidad de los espermatozoides y aumento de las alteraciones morfológicas. Por todo esto, la obesidad es una causa de infertilidad masculina, al igual que también lo es de infertilidad femenina.
Sobrepeso y salud hormonal
En el varón con obesidad tiene lugar una conversión de la hormona masculina (testosterona) a estrógenos, provocando unos niveles disminuidos de hormona masculina y de gonadotropinas. Este descenso en la secreción de testosterona tiende a disminuir la cantidad y la motilidad de los espermatozoides. En los varones obesos, por ejemplo, la probabilidad de padecer oligospermia es tres veces mayor.
Además, el aumento de la temperatura a nivel testicular en los varones con exceso de peso favorece la aparición de alteraciones en el ADN de los espermatozoides. Todo este proceso conlleva disminución de la libido y un alto porcentaje de disfunción eréctil. Se estima que la infertilidad en hombres aumenta un 10% por cada 9Kg de exceso de peso.
Impacto del sobrepeso en la calidad del esperma
En general, los parámetros más afectados son los siguientes:
- Menor volumen seminal
- Menor concentración de espermatozoides
- Peor movilidad espermática
- Mayor número de malformaciones espermáticas
- Mayor índice de fragmentación de ADN espermático
En conclusión, los hombres con un IMC superior a 30 tienen un nivel de andrógenos más bajo, especialmente de testosterona, lo que conduce a una situación de hipogonadismo hipogonadotropo que acaba afectando a la producción espermática.
Obesidad y disfunción eréctil
La presencia de enfermedad vascular asociada y las alteraciones hormonales descritas contribuyen a la aparición de disfunción eréctil hasta en un 60% de los hombres con obesidad.
Además, la diabetes severa, puede derivar en eyaculación retrógrada en la que el semen se desvía a la vejiga en lugar de salir al exterior. Por otro lado, algunos fármacos utilizados para el control de hipertensión reducen la capacidad del espermatozoide para fecundar al óvulo.
Consejos para mejorar la fertilidad masculina
La primera acción para tratar de mejorar los parámetros seminales y recuperar la fertilidad masculina debería ser bajar de peso mediante dieta y ejercicio físico, por lo que se recomienda ponerse en manos de un especialista en nutrición. La disminución de peso se asocia con una mejoría del perfil hormonal, mejoría de la calidad del semen y de la disfunción eréctil. Se estima que se produce una franca mejoría de todos los parámetros con una pérdida ponderal entre 5-10%.
En caso de no poder mejorar la calidad seminal y presentar alteraciones como la oligospermia, la astenospermia o la teratospermia, será necesario recurrir a técnicas de reproducción asistida para conseguir un embarazo. Tomar conciencia de la importancia de llevar una vida saludable es necesario de cara a tener una buena salud física y mental y, como hemos visto, un mejor pronóstico reproductivo.
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