Las mamografías reducen un 28% las muertes por cáncer de mama. Es la conclusión que han determinado científicos noruegos tras evaluar la eficacia de la mamografía comparando la mortalidad de las mujeres que habían sido sometidas a la prueba y de las que no se les había practicado.
En febrero de este año se publicaba un estudio Canadiense que cuestionaba el uso de la mamografía en el cribado del cáncer de mama. Este mes la revista British Medical Journal ha publicado un nuevo trabajo con el objetivo de evaluar la eficacia de la mamografía moderna.
A lo largo de 23 años investigadores noruegos recogieron datos sobre mujeres entre 50 y 79 años, aprovechando la implementación del programa de cribado de Cáncer de Mama en Noruega. En el estudio, compararon las muertes por cáncer de mama entre dos cohortes: las que habían sido sometidas a mamografía y las que no.
Tras ajustar factores como la edad, el área de residencia o las tendencias subyacentes en este tipo de tumor, se ha estimado que las mamografías contribuyeron a una reducción del 28% de las muertes por cáncer de mama. Entre las mujeres que se sometieron a mamografía hubo 1175 muertes por cáncer de mama, frente a 8996 muertes entre las que no se sometieron a esta prueba.
Realizando una simulación con los datos obtenidos, para prevenir una muerte por cáncer de mama, 368 mujeres deberían de hacerse mamografías cada 2 años entre los 50 y los 69 años.
Cabe recordar que desde 2003 varios organismos, entre ellos la Unión Europea, recomienda la realización de mamografías bienales a todas las mujeres entre los 50 y los 69 años como cribado poblacional, que en España se aplica en todas las comunidades autónomas desde 2009.
Si seguimos las recomendaciones de la Sociedad Española de Senología y Patología Mamaria, en mujeres con bajo riesgo de cáncer de mama, la primera mamografía debería realizarse a los 35 años, y si es normal, la siguiente se realizaría a los 40 años. A partir de los 40 años se recomienda que las mamografías sean anuales o bianuales según los resultados y las necesidades de cada mujer.
Yo no sabía que fuese algo tan importante, pensaba que era una prueba más. Me he quedado impresionada con el porcentaje en el que contribuye una mamografía a reducir la mortalidad por cancer de mama!!
Yo me la hacía (a regañadientes) porque me lo mandaba mi gine, pero ahora en vez de ir resignada a hacérmela, iré con otro ánimo.
Pues ya sabéis chicas, no se puede dejar para otro momento, no valen las excusas: hay que hacerse la mamografía cada vez que toque.