El estilo de vida tiene un efecto directo sobre la fertilidad. Además de una mala alimentación o de una vida sedentaria, el consumo de sustancias tóxicas como el alcohol o el tabaco, pueden tener consecuencias negativas en nuestra capacidad de reproducción. Otro de los tóxicos con posibles efectos negativos sobre la fertilidad es la marihuana.
¿Cómo afecta la marihuana a la fertilidad?
En el último año, más del 10% de la población española ha consumido cannabis y de los que consumen, el 30% lo hace a diario. El consumo de esta droga recreativa tiene efectos negativos sobre nuestra salud y también a nivel de fertilidad, tanto masculina como femenina, produciendo alteración de las hormonas sexuales, ciclo menstrual y espermatogénesis.
Efecto de la marihuana en la fertilidad masculina
El consumo de cannabis en varones puede tener efectos negativos sobre la calidad seminal, así como alteraciones hormonales. Los cannabinoides presentes en la marihuana alterarán la fisiología espermática, haciendo necesario un mayor consumo energético por parte del espermatozoide en el viaje desde el testículo hasta la uretra.
Como consecuencia, los espermatozoides, que llegan agotados, tienen una menor motilidad y menor capacidad de fecundar al óvulo por dificultad para atravesar la membraba ovocitaria, una parte del proceso que requiere de gran cantidad de energía.
Por otro lado, a nivel hormonal, la marihuana produce una reducción en los niveles de testosterona que se relacionan con un descenso de la libido e incluso con disfunción eréctil. Este efecto sería reversible si cesa el consumo pasados aproximadamente 3 meses.
Efecto de la marihuana en la fertilidad femenina
Al igual que en los varones, también en las mujeres el consumo de marihuana se relaciona con diferentes alteraciones que pueden reducir la fertilidad. Estas alteraciones van a tener lugar a diferentes niveles, afectando en diferentes momentos el proceso de reproducción natural e incluso podrían empeorar el pronóstico en reproducción asistida.
Relacionado con el consumo de cannabis, puede producirse una elevación de los niveles de prolactina, hormona que se produce durante la lactancia. Como consecuencia de esta elevación puede producirse galactorrea (secreción de leche por el pezón) y bloqueo del eje hipotálamo hipofisario, dando lugar a ciclos anovulatorios, con ciclos irregulares o incluso amenorrea.
Por otro lado, el consumo de marihuana se ha relacionado también con fallo de la implantación y mayor riesgo de aborto según varios estudios publicados. En ciclos de reproducción asistida, el consumo de esta droga se ha relacionado con peor calidad ovocitaria y peor calidad embrionaria y por lo tanto peor pronóstico de embarazo.
A nivel tubárico, afecta a la motilidad de las fimbrias tubáricas y por lo tanto al transporte del óvulo y del embrión fecundado hacia el útero, lo que ocasiona un aumento en el riesgo de embarazo ectópico y sus consecuencias. En el caso de las mujeres, no está claro si el efecto del consumo es reversible una vez suspendido o cuanto tiempo sería necesario para ello.
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