Tener relaciones sexuales completas en torno al día de la fecundación de los ovocitos mejora la implantación embrionaria en el endometrio, un proceso que necesita tolerancia inmunológica, y que se ve favorecida por la interacción de proteínas del líquido seminal.
Beneficios del sexo durante los tratamientos de fertilidad
Tradicionalmente, de forma generalizada, la pauta habitual por parte de los especialistas en medicina reproductiva era recomendar a los pacientes que iniciaban un tratamiento de reproducción humana asistida que no mantuviesen relaciones sexuales durante los mismos, en parte por analogía con la forma de proceder en los seminogramas, prueba en la que se indica una abstinencia de entre 2 y 5 días, pues esto nos permite poder asegurar que los parámetros obtenidos sean comparables en diferentes situaciones.
Sin embargo, la evidencia científica ha arrojado luz a esta área de conocimiento, propiciando un cambio sustancial con la ayuda de datos actualizados que han acabado desmontando esta idea preconcebida.
En este sentido, las últimas publicaciones científicas demuestran los beneficios de tener eyaculados repetidos en los días previos a depositar la muestra de semen en el laboratorio, debido a que estos disminuyen la fragmentación de ADN que encontramos en los espermatozoides, lo que nos garantiza obtener espermatozoides de mejor calidad. Además, lo ideal es que la última eyaculación sea lo más cercana posible al momento de dejar la muestra en el laboratorio para fecundar los ovocitos.
Si bien es cierto que hemos de tener en cuenta que al realizar estos eyaculados repetidos, obtendremos un volumen menor de eyaculado y un menor número de espermatozoides.
Por eso, en los casos en los que el paciente presenta una oligospermia severa (<2 millones/ml) o una hipospermia (<1,5 ml), se recomienda contar con una muestra de semen congelada para utilizar en el hipotético caso de que no haya espermatozoides en la muestra facilitada el día de la fecundación.
Por otra parte, la implantación embrionaria en el endometrio es un proceso que precisa de una tolerancia inmunológica por parte de la madre en relación a un embrión, que es genéticamente diferente a ella.
Estos cambios inmunológicos se ven favorecidos por la interacción de las proteínas existentes en el líquido seminal. Por eso, es recomendable tener relaciones sexuales completas en torno al día de la fecundación de los ovocitos, a menos que exista una hipotética causa de hiperactividad inmune que pudiera justificar los fallos repetidos. Pero si no es así, esta nueva pauta incrementa la tasa de embarazo evolutivo en torno a un 24% respecto de la existente. Fácil, simple y efectivo.
Es por ello que, como ginecólogos, debemos tener muy presentes estas nuevas evidencias científicas, sobre todo cuando hablemos con nuestros pacientes en consulta, para resolver todas las dudas y miedos que les puedan surgir en torno a estas cuestiones, pero, sobre todo, para que sean conocedores de todos los beneficios asociados.
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