A partir de un año de búsqueda de embarazo hay que consultar con un especialista en fertilidad, que evaluará la fertilidad midiendo la reserva ovárica de la mujer (folículos antrales y hormona antimulleriana) y un seminograma al varón, entre otros estudios. Pero después de los 35 años y tras un periodo de búsqueda en casa, no tiene sentido posponer en exceso esa primera consulta de fertilidad, porque el tiempo juega en contra de conseguir un embarazo, ya que nuestra fertilidad va disminuyendo con el paso del tiempo.
Embarazo natural a partir de los 30
La edad óptima desde el punto de vista biológico para gestar está entre los 19 y los 30 años. En esta edad, la probabilidad de embarazo en un año está en torno al 85%. A partir de los 30 años, la posibilidad de quedarte embarazada de forma espontánea va disminuyendo, siendo de un 60% a los 35 años, y un 40% a los 40 años.
La cuestión está en que nuestros óvulos envejecen con nosotras, de tal manera que también sufren fenómenos oxidativos que alteran la correcta estructura cromosómica, dando lugar a óvulos menos fecundables. Otro factor de riesgo es que pueden dar lugar a embriones cromosómicamente desequilibrados que no implantan en el útero, o bien llevan a una tasa de aborto mayor a medida que avanza la edad.
Por otra parte, el útero, a medida que pasan los años, puede sufrir alteraciones que dificultan la implantación embrionaria, como son la aparición de miomas, pólipos endometriales, infecciones genitales o endometrios finos. Y es que la edad afecta también a la distribución de las capas del endometrio, a su vascularización y, por lo tanto, a su receptividad.
Otras opciones para conseguir embarazo
A partir de la visita con el especialista en fertilidad, se nos aconsejarán técnicas de reproducción asistida en función de los resultados de las pruebas.
- Inseminación artificial
- Fecundación in vitro (FIV)
- Ovodonación (FIV con óvulos de donante)
- Otros tratamientos
¿Si tengo 35 años y no es el momento de ser madre?
Cierto es que los tiempos van cambiando y que la edad de la maternidad se ha ido postponiendo con los años por motivos profesionales, económicos o culturales, y eso cursa en detrimento de la fertilidad.
Afortunadamente hoy en día podemos optar a la Preservación de la Fertilidad. La vitrificación de los óvulos nos permite, de algún modo, “detener el tiempo” y disponer de nuestros óvulos más adelante, cuando profesional o económicamente sea el momento adecuado de ser madre, sin renunciar a unos óvulos propios y fértiles.
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