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Cómo sobrellevar un tratamiento de fertilidad y la vida laboral

18 de febrero de 2025 · Elena Troncoso Dantas

El tratamiento de fertilidad, ya sea inseminación artificial (IA) o fecundación in vitro (FIV), puede ser un proceso emocional y físico desafiante. Si además tienes que compaginarlo con tu trabajo, puede generar una carga adicional de estrés. Aquí te dejamos algunos consejos para manejar esta situación y resolver las preguntas más comunes al respecto.

¿Cuándo tendré que faltar al trabajo durante el tratamiento?

Durante los tratamientos de fertilidad las citas médicas son en días específicos y, dependiendo del tipo de procedimiento, podrían requerir que faltes al trabajo. Algunas de las consultas de fertilidad más comunes son:

  • Ecografías y análisis hormonales: se realizan a menudo en días concretos para monitorizar el ciclo.
  • Procedimientos de inseminación o transferencia de embriones: estos eventos también requieren tiempo para recuperarse, por lo que puede ser necesario ausentarse del trabajo.
  • Punción ovárica: este procedimiento puede implicar anestesia y algunas horas de recuperación, lo que puede justificar un día libre.

Lo ideal es planificar con antelación y hablar con tu jefe o departamento de recursos humanos para organizar los tiempos de ausencia, si es posible.

¿Qué riesgos hay de trabajar tras la IA o la FIV?

En general, no hay grandes riesgos inmediatos de trabajar tras un tratamiento de fertilidad como la inseminación artificial (IA) o la fecundación in vitro (FIV), pero es importante que tomes en cuenta ciertos factores:

¿Es necesario darte de baja tras un tratamiento de fertilidad?

No siempre es necesario tomar una baja laboral tras un tratamiento de fertilidad, pero depende de la persona y del tipo de tratamiento. Algunas mujeres optan por tomarse unos días para descansar después de la inseminación o la FIV, especialmente si experimentan efectos secundarios o si necesitan tiempo para recuperarse de la ansiedad que a veces genera este proceso. Sin embargo, en muchos casos, la vida laboral puede continuar con normalidad, adaptándose a las necesidades del tratamiento.

Si consideras que el tratamiento te está afectando mucho, no dudes en hablar con tu médico. Ellos podrán ofrecerte la mejor recomendación según tu situación particular.

Combinar un tratamiento de fertilidad con el trabajo puede ser complicado, pero con una planificación adecuada y el apoyo de tu entorno laboral, es posible llevar ambas cosas adelante. Escucha a tu cuerpo, haz ajustes según lo necesites y no dudes en buscar apoyo emocional si el proceso te resulta abrumador.

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