Todas las personas que estáis en tratamiento de fertilidad, probablemente llevéis un equipaje muy pesado a vuestras espaldas, con mucha incertidumbre e intentos fallidos, lo que seguramente habrá hecho que la ansiedad esté muy presente en vuestras vidas. Este estado emocional no tiene una solución milagrosa, no se pueden chasquear los dedos y que se marche por donde ha venido, pero sí se puede entender qué es, de dónde viene y cuáles son las pautas para reducirlo hasta unos niveles razonables.
¿Qué es la ansiedad?
Aunque hoy estamos aquí para aprender a terminar con la ansiedad, debemos saber que se trata de un sistema de supervivencia muy útil que los seres humanos tenemos desde nuestros orígenes. Esa época en la que se vivía en medio de la naturaleza y luchando por cazar para alimentarse y no ser cazados por los demás animales. Este es un sistema que desencadena tres posibles respuestas ante una situación de peligro: luchar, huir o quedarse paralizado.
Los milenios han pasado y los peligros físicos han sido sustituidos por otros más psicológicos. La ansiedad es el resultado de una situación de estrés prolongada en la que este mecanismo, que está pensado para inyectarnos energía en situaciones puntuales, se establece como sistema de funcionamiento habitual.
¿Por qué surge ansiedad en reproducción asistida?
Llegó un día en que te sentiste todo lo preparada o preparado que se puede estar para tener un hijo. Pero han empezado a pasar los meses, incluso los años, las consultas, las decepciones y ahora te encuentras en esta montaña rusa de emociones que es un tratamiento de fertilidad.
Consejos para superar la ansiedad por infertilidad
Aprender a gestionar las emociones
Se nos ha transmitido que hay emociones buenas, como la alegría, el amor o la serenidad, y otras malas, como la rabia, la tristeza, el miedo o la culpabilidad. Por eso tendemos a reprimir las del segundo grupo, a no expresarlas e incluso a imponernos no sentirlas. Sin embargo, el hecho de reprimir emociones también da lugar a la ansiedad, porque se produce el efecto ‘olla a presión’ que llegado al límite explota.
Mindfulness
A una parte de nuestra mente le encanta crear películas románticas, dramáticas o de terror y constantemente nos hace viajar al pasado y proyectar en el futuro pero muy pocas veces centrarnos en el aquí y ahora, que es lo que realmente estamos viviendo y lo que nos recarga las pilas.
Hacer ejercicio
Es posible que no sea lo que más apetezca en este momento, pero va a ser de mucha ayuda ya que el cuerpo ha sido diseñado para el movimiento y la falta del mismo, genera tensión muscular y estrés. El movimiento ayuda a eliminar una hormona llamada cortisol, conocida popularmente como la hormona del estrés. Esto se debe a que en el ejercicio ayuda a liberar endorfinas en el cerebro, que son los analgésicos naturales del cuerpo. No es necesario hacer un ejercicio especialmente intenso, pero es necesario moverse.
Reírse
También ayudará a la química de nuestro cerebro. Cualquier oportunidad que tengas de reírte, ya sea ir a un espectáculo de tu cómico favorito, apuntarte a una clase de risoterapia o ver una serie de humor, debes aprovecharla porque eso alejará un poco más la ansiedad.
Cuidarse
Enfocarnos en cuidarnos y mimarnos porque nos lo merecemos. Precisamente porque estoy en una situación dolorosa, necesito hacer cosas para que me hagan sentir bien. Me puedo hacer regalos que pueden ir desde comprarme un capricho o darme un baño.
El contacto físico
Ya no hablamos solo de mantener relaciones sexuales que, por todo lo que implica, puede que no sea lo que más te apetezca ahora mismo, sino simplemente en acariciar y ser acariciado. Dar o recibir cariño, ya sea de tu pareja, de tus hermanos, padres o amigos cercanos será de gran ayuda para reducir la ansiedad y disfrutar del proceso de convertirse en madre.
Gracias por el artículo. Me parece esperanzador, optimista y muy útil porque ofrece una ayuda práctica y sencilla que seguro que en algún momento de bajón recordamos fácilmente y nos sirve de …. salvavidas.