La heparina es un fármaco anticoagulante utilizado principalmente para prevenir y tratar la trombosis venosa. Las mujeres con factores de riesgo de esta enfermedad pueden necesitar heparina cuando se quedan embarazadas para protegerlas a ellas y al futuro bebé, sea por medios naturales o por técnicas de reproducción asistida como la fecundación in vitro (FIV).
¿Para qué sirve la heparina en el embarazo?
Los anticoagulantes están dirigidos a reducir la capacidad de coagulación de la sangre en situaciones donde el organismo coagula en exceso. De este modo, se puede evitar la trombosis venosa o, en el caso de que la trombosis ya esté presente, se puede frenar el crecimiento del trombo en la vena. De este modo, evitamos que se rompa la vena y prevenir la embolia pulmonar, u otras secuelas.
En ocasiones es necesario recibir tratamiento con heparina durante el embarazo. La razón está en que el embarazo en sí mismo es un estado que aumenta el riesgo de trombosis venosa. En mujeres que además presentan otros factores de riesgo (trombofilias, antecedentes de trombosis venosa, obesidad etc.), su médico puede considerar necesario que reciba tratamiento con heparinas durante todo el embarazo y hasta seis semanas después del parto.
¿Cuándo se utiliza heparina para el embarazo?
Existen alteraciones de proteínas de la coagulación que conducen a un estado en el que la paciente tiende a formar trombos (trombofilia), es decir a tener un mayor riesgo de desarrollar una trombosis venosa. Este riesgo se añade a la mayor tendencia a trombosis propia de la embarazada. La trombosis se puede desarrollar a distintos niveles, incluida en los vasos placentarios lo que puede llevar a provocar abortos, casi siempre muy precoces.
Una de esas situaciones se denomina Síndrome Antifosfolípido (SAF). En mujeres que presenten tres o más abortos debe descartarse este síndrome. Las mujeres con síndrome antifosfolípido pueden tener hijos, pero es necesario protegerlas a ellas y al feto empleando anticoagulantes (heparinas junto con aspirina).
La heparina se usa en diversas situaciones durante el embarazo.
- Embarazos con antecedentes de tromboembolismos. Es decir, mujeres que cuentan con algún tipo de enfermedad de coagulación.
- Embarazo con estudio hematológico positivo. Si ya te han hecho un estudio hematológico, y tu sangre coagula de más (trombofilia), cada vez usamos más la heparina de forma profiláctica, aun sin tener antecedentes de trombosis.
- Embarazadas con factores de riesgo. Por lo general no se le administra heparina durante el embarazo, a no ser que presente tres o más factores de riesgo asociados: intervención quirúrgica, edad avanzada, obesidad, vómitos intensos o deshidratación, hipertensión grave, gran multiparidad...
- Mujeres con abortos recurrentes.
- Mujeres con riesgo de desarrollar coágulos sanguíneos debido a factores como el tabaquismo o la obesidad.
También se puede usar en mujeres que están sometidas a técnicas de Fecundación in vitro (FIV) debido al mayor riesgo de coagulación sanguínea asociado con la FIV.
Duración de la heparina en FIV
Para el tratamiento del Síndrome Antifosfolípido se recomienda el uso de ácido acetil salicílico (aspirina) a bajas dosis (75-100 mg diarios) y el uso de heparina, actualmente de bajo peso molecular, a dosis profilácticas. En recientes recomendaciones internacionales, se aconseja el uso de esta combinación para mujeres con SAF que han tenido al menos tres abortos clínicos (aborto de repetición), pues en estos casos ha mostrado aumentar la probabilidad de recién nacido vivo.
En ausencia de trombofilia, congénita o adquirida, la aspirina y/o heparina no han demostrado ningún efecto beneficioso. Por tanto, no estaría recomendado el uso de heparina y/o aspirina. En cualquier caso, siempre que se diagnostica una trombofilia es conveniente ponerlo en conocimiento del hematólogo para el manejo conjunto de la paciente.
Beneficios de suministrar heparina en el embarazo
Algunas de las ventajas de administrar heparina durante el embarazo son:
- Prevenir la trombosis venosa profunda (TVP) y la embolia pulmonar.
- Reducir el riesgo de preeclampsia. La preeclampsia es una complicación grave del embarazo que puede poner en peligro la vida de la madre y del feto.
- Mejorar la tasa de supervivencia fetal. La heparina no atraviesa la barrera placentaria, lo que significa que no afecta al feto. Sin embargo, al prevenir la formación de coágulos sanguíneos, la heparina puede mejorar la circulación sanguínea al feto y, por lo tanto, mejorar la tasa de supervivencia fetal.
- Reducir el riesgo de aborto recurrente.
- Reducir el riesgo de complicaciones durante el parto. El riesgo de coagulación sanguínea puede aumentar debido al estrés físico y emocional del parto.
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