Los tratamientos de reproducción asistida están encaminados a reproducir el proceso natural de fecundación cuando este fracasa repetidamente. De esta forma tenemos diferentes técnicas a nuestra disposición, seleccionando una u otra en base a diferentes factores, como la edad y los resultados de los estudios de fertilidad.
Diferencias entre IA y FIV
La Inseminación Artificial (IA) es un tratamiento de reproducción fácil e indoloro que realizamos en consulta. La IA consiste en depositar la muestra de semen, de la pareja (IAC) o donante (IAD), previamente capacitada en el laboratorio, dentro del útero de la mujer. La IA se puede hacer en un ciclo natural o tras un proceso de estimulación ovárica.
Facilitamos así el encuentro entre el óvulo y los espermatozoides, pero la fecundación y desarrollo embrionario ocurren dentro del cuerpo de la mujer. Para poder realizar la IA es imprescindible:
- La confirmación de la permeabilidad de las trompas mediante Histerosalpingografia (HSG) o Histerosonosalpingografia (HyCosy/ExemFoam).
- Tener una muestra de semen en cantidad y calidad suficiente para poder garantizar un buen resultado (REM > 5 millones)
La tasa de embarazo de la Inseminación Artificial oscila en torno al 20 - 25% por ciclo, siendo similar a la que ofrece la naturaleza en relaciones sin protección en una pareja fértil cada mes.
La Fecundación in vitro (FIV) es una técnica de reproducción asistida en la que la unión de los dos gametos (óvulo y espermatozoide) se realiza en el laboratorio. El fin es generar embriones que posteriormente se transferirán al útero materno.
Para ello realizamos un proceso de estimulación ovárica, que dura entre 10 - 12 días, con el fin de conseguir el desarrollo de varios óvulos. Después los recuperamos mediante una punción folicular bajo sedación. También se puede realizar un ciclo de FIV aprovechando el ciclo natural de la mujer en cuyo caso recuperaremos tan sólo el óvulo que se ha seleccionado ese mes.
Tras la fecundación en el laboratorio, los embriones generados se dejan en cultivo en condiciones especiales entre 3 y 5 días antes de ser transferidos al útero.
Los protocolos de estimulación son siempre individualizados en base a:
- La edad de la mujer.
- La reserva ovárica.
- El índice de masa corporal (IMC).
- La respuesta a estimulaciones en ciclos previos.
Las tasas de embarazo tras un tratamiento de fecundación in vitro se sitúan en torno al 60% en transferencias de un embrión en día +5 de desarrollo (Blastocisto). Sin embargo, las posibilidades de gestación mediante FIV dependen de la edad de la mujer, del número de embriones transferidos y de la calidad de los mismos.
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¿Cómo elegimos entre realizar una IA o FIV?
La decisión de si elegir un tratamiento de FIV o de IA dependerá de los siguientes aspectos:
- Edad de los pacientes.
- Tiempo de esterilidad.
- Los resultados del estudio de fertilidad solicitado.
- Tratamientos de fertilidad realizados previamente.
Asimismo, también dependerá del proyecto reproductivo de los pacientes.
Indicación para realizar una IA
Los especialistas en medicina reproductiva recomiendan la Inseminación Artificial en estos casos:
- Relaciones sexuales incompletas.
- Alteraciones seminales leves (factor masculino leve).
- Alteraciones en la ovulación.
- Factor uterino: Tras la corrección quirúrgica o médica del factor uterino, la Inseminación puede ayudar a conseguir la gestación en menor tiempo.
Igualmente, la IA estaría indicada para pacientes que no tienen pareja masculina que tienen que recurrir a banco de semen.
Indicación para realizar una FIV
La Fecundación in vitro estaría indicada en los siguientes casos:
- Esterilidad de origen tubárico.
- Esterilidad de causa masculina: REM< 5 millones.
- Esterilidad de origen ovárico, principalmente:
- Edad materna avanzada.
- Fallo ovárico y disminución de la reserva ovárica.
- Esterilidad de origen desconocido (EOD): Generalmente deriva en alteraciones en el momento de la fecundación o mala calidad en el desarrollo embrionario.
- Fallo de Inseminaciones previas: tras la realización de 3 ciclos de inseminación.
- Tras un ciclo previo de preservación de la fertilidad en la que tenemos óvulos vitrificados.
- Necesidad de realizar un PGT (Test Genético Preimplantacional):
- Existencia de antecedentes de alguna enfermedad genética hereditarias
- Anomalías cromosómicas numéricas o estructurales en el cariotipo de algún progenitor
- Antecedentes de anomalías cromosómicas en gestaciones previas.
- Abortos de repetición.
- Fallos de Implantación.
- Factor masculino severo o FISH de espermatozoides alterado.
- Edad materna avanzada.
Finalmente, la FIV también podría estar indicada cuando existe una necesidad de determinada rapidez en conseguir un embarazo, por disponer de semen “valioso” (tras lavados seminales por VIH o VHC), etc.
¿Cuál de los dos tratamientos es mejor?
Cada tratamiento, la FIV y la IA, tiene su indicación, como decíamos anteriormente. El médico evaluará cada caso individualmente y personalizará el tratamiento de reproducción asistida a seguir y ese será el mejor.
En Ginemed llevamos más de 30 años siendo líderes en reproducción asistida.
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