La vitamina D es un nutriente esencial que desempeña un papel crucial en numerosos procesos fisiológicos, incluida la salud reproductiva. Es conocida principalmente por su función en la regulación del metabolismo del calcio y la salud ósea, pero investigaciones recientes han revelado su impacto significativo en la fertilidad tanto masculina como femenina, así como en el desarrollo del embarazo.
¿Qué es la vitamina D?
La vitamina D es una vitamina liposoluble que puede ser sintetizada por el cuerpo humano mediante la exposición a la radiación ultravioleta B (UVB) del sol, o adquirida a través de la dieta y suplementos. Sus principales formas biológicamente activas son la vitamina D2 (ergocalciferol) y la vitamina D3 (colecalciferol) (Holick, 2007).
Impacto de la vitamina D sobre la fertilidad femenina
En cuanto a la fertilidad, existen estudios que han demostrado una relación entre niveles adecuados de vitamina D y una mejor salud reproductiva en las mujeres. La vitamina D juega un papel importante en la regulación de hormonas como los estrógenos y la progesterona, que son fundamentales para el correcto funcionamiento del ciclo menstrual, así como de la ovulación y la implantación del embrión. La deficiencia de vitamina D puede contribuir a desórdenes hormonales que afectan la regularidad menstrual y la ovulación (Pal, 2014).
Por otra parte durante el embarazo, la vitamina D influye de manera notable en la salud ósea fetal, así como en el desarrollo neurológico y del sistema inmunológico del bebé. Además, se ha asociado la deficiencia de vitamina D en la madre con un mayor riesgo de complicaciones en el embarazo como preeclampsia, parto prematuro y bajo peso al nacimiento (Murray, 2016).
Impacto de la vitamina D sobre la fertilidad masculina
En el caso de los hombres, la vitamina D también desempeña un papel importante en la calidad espermática y en la función testicular. Niveles adecuados de vitamina D están relacionados con una mejoría en las características espermáticas, incluyendo tanto la motilidad como la morfología del esperma. El déficit de vitamina D en hombres ha sido asociado con una disminución de la fertilidad y un mayor riesgo de infertilidad (Lee et al., 2013).
Recomendaciones de suplementación
Por un lado, se recomienda a las mujeres en edad fértil y especialmente a aquellas que están planeando un embarazo o que están embarazadas, mantener niveles óptimos de vitamina D. Esto generalmente se logra tanto a través de la exposición moderada al sol, como mediante la suplementación dietética con vitamina D3, siguiendo las recomendaciones de su médico (Shao et al., 2020).
Por otro lado, los hombres también pueden beneficiarse de mantener niveles adecuados de vitamina D mediante una combinación de exposición solar segura y suplementación según sea necesario, bajo la supervisión de un profesional de la salud (Nasanen et al., 2015).
Referencias bibliográficas
- Holick, M. F. (2007). Vitamin D deficiency. The New England Journal of Medicine, 357(3), 266-281. https://doi.org/10.1056/NEJMra070553
- Pal, L. (2014). Vitamin D and human reproduction. Journal of Obstetrics and Gynaecology, 34(3), 203-210. https://doi.org/10.3109/01443615.2014.901643
- Murray, A. L. (2016). Vitamin D and pregnancy outcomes. International Journal of Women’s Health, 8, 409-417. https://doi.org/10.2147/IJWH.S100879
- Lee, S. H., et al. (2013). Vitamin D and male fertility. Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, 98(2), 569-578. https://doi.org/10.1210/jc.2012-3142
- Shao, X., et al. (2020). Effects of vitamin D supplementation on fertility in women. Endocrine Reviews, 41(5), 589-601. https://doi.org/10.1210/er.2020-00029
- Nasanen, M., et al. (2015). Association between vitamin D status and male fertility. Andrology, 3(4), 659-667. https://doi.org/10.1111/andr.12118