Tengo 36 años y estoy recién casada. Decidimos tener familia y me quedé embarazada enseguida, pero a los 4 días de enterarme empecé a sangrar muchísimo y tuve un aborto. Ahí me dí cuenta que tenía un bulto en la mama. Pasado un mes me confirmaron que era un tumor maligno y tendría que tratarme con quimioterapia.
Lo primero que pensé fue en preservar mis óvulos para el futuro. Me hicieron todo el proceso en el Clínico de Valencia, pero dos días antes de la punción me hicieron la prueba del Covid y di positivo (a posteriori se demostró que fue un falso positivo). Yo no tenía ningún síntoma pero algunos del equipo se negaron a hacer la intervención. Estaba con el abdomen y los ovarios hinchadísimos por todos los medicamentos para la sobreestimulación que me había estado tomando, y con la certeza de que era mi única oportunidad de preservar la fertilidad, puesto que necesito empezar la quimioterapia cuanto antes.
La Dra Carbonell llamó al Dr Martín de Ginemed y accedió inmediatamente a realizar la punción. Podemos decir que él y su equipo me salvaron en el día más oscuro. Tienen una calidad humana excepcional y me trataron con mucho cariño y amabilidad. Le doy las gracias especialmente al Dr Martín, y también a la enfermera Ana Candel, que me acompañó y me hizo sentir arropada en todo momento. La intervención fue todo un éxito y yo me encuentro muy bien.
Se ha demostrado que con voluntad y siguiendo las pautas de seguridad, se puede atender al paciente salvaguardando la salud de todos los implicados. Me han dado esperanza y fuerza para afrontar todo el proceso que me queda. No sé cómo podría hacerlo si no me hubieran ayudado. Mil gracias.