- Los Dres. Pascual y Fernando Sánchez, fundadores y responsables médicos de Ginemed, colaboran en la redacción del libro “Antropología de la Medicina Reproductiva”.
- En el repaso por la historia de la Medicina Reproductiva en Grecia, Roma y Bizancio, los autores destacan el papel de Hipócrates, el padre de la Medicina actual, que ya hablaba de los malos hábitos alimenticios como factor de infertilidad
Los Dres. Pascual y Fernando Sánchez, fundadores de Ginemed, han participado en la redacción de “Antropología de la Medicina Reproductiva”, un libro que hace un repaso por la historia de esta especialidad desde la Prehistoria hasta nuestros días. El capítulo, “Incubatio, Humores y Príapo”, se centra en el periodo comprendido entre los siglos V antes y después de Cristo, 10 siglos en los que Grecia, Roma y Bizancio dominaron el mundo occidental.
Tras una etapa en la que los sacerdotes hacían las veces de médicos y en la que magia y religión era lo más parecido a lo que entendemos hoy como medicina, en la Grecia Antigua aparecen las primeras tres teorías sobre la reproducción humana, con planteamientos como que “el cuerpo del futuro bebé ya existía en el semen del hombre”.
Los autores del libro destacan a Hipócrates, el padre de la Medicina actual, que generó una corriente que perduró hasta 10 siglos después de su fallecimiento. De él es una de las teorías reproductivas, que consideraba que “el semen se formaba por la suma de minúsculas partículas procedentes de todas partes del cuerpo”, sostienen los Dres. Sánchez en el libro.
El prestigioso médico griego ya apunta a la necesidad de la unión del semen con lo que denominaba “esperma femenino”, refiriéndose al óvulo de la mujer, para que se produjera la fecundación. Frente al pensamiento hipocrático, Aristóteles hablaba ya del proceso de gestación y de la expulsión de los óvulos no fecundados durante la menstruación.
En el capítulo podemos encontrar también información sobre las causas que por entonces se consideraba que generaban la infertilidad. Los médicos destacaban desde la imperforación del himen hasta las malformaciones y anomalías anatómicas, pasando por unos malos hábitos alimentarios. Había cierta unanimidad en dar al semen el papel protagonista en la capacidad reproductiva, no teniendo en cuenta la importancia de la mujer en la fecundación.
Los Dres. Sánchez continúan repasando la actividad de otros filósofos-médicos cuando Alejandría pasa a ser el centro del pensamiento helénico, como es el caso de Herófilo, descubridor de la próstata. Con la entrada del Imperio Romano, y sin grandes novedades en cuanto a reproducción y fertilidad, encontramos tratados sobre las distintas posiciones intrauterinas del feto o sobre remedios para curar la infertilidad.
Tras la desaparición del Imperio Romano de Occidente, la medicina hipocrática pervivirá en el Imperio Bizantino. Los autores del libro concluyen el capítulo recordando que, a pesar de todos estos avances médicos, la mayor parte de la sociedad seguía creyendo en supersticiones y dioses de la fertilidad, como Príapo, al que se le atribuía la virtud de proteger la “fecundadora potencia viril”.
Los Dres. Pascual y Fernando Sánchez tras más de 30 años de trayectoria como ginecólogos y expertos en reproducción asistida, participan habitualmente en acciones divulgativas y culturales para promover el cuidado de la salud reproductiva de la mujer y difundir información clara y transparente sobre fertilidad.
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